El origen de los plaguicidas es anecdótico : en el siglo XIX los viticultores franceses que aplicaban nicotina a las hileras de vides que corrían a orillas de caminos publico para desalentar a los transeúntes que cogían las uvas, observaban que dichas vides quedaban libres de las plagas que afectaban a los viñedos.
Es así como se inicio la investigación científica de los plaguicidas con el auxilio de otras disciplinas en pleno desarrollo como la entomología y microbio logia que permitieron identificar un considerable numero de plagas y determinar su comporta miento.
Con todo lo que impulso la investigación sobre plaguicidas no fue nada filantrópico , por el contrario , en la primera mitad del siglo XX los gobiernos que participa ron en las dos guerras mundiales encargaron a destacados científicos desarrollar los mortíferos gases tóxicos. Posteriormente, los productos de tales investigaciones fueron aprovechados en el control de plagas.
Es propio de todo plaguicida el carácter toxico es decir, la capacidad de causar la muerte o graves trastornos en el organismo que los recibe , por ello deben ser manejados y conservados con precaución . Los plaguicidas pueden ser absorvidos por vía dérmica , respiratoria o digestiva y afectar a personas y animales.
Además del carácter toxico debe considerar se el efecto residual de los plaguicidas: el residuo permanece en el organismo vegetal tratado y en el organismo animal que consume el vegetal.
